Aunque el frío a veces nos supere, la voluntad debe ser más fuerte y no debemos dejar de realizar alguna actividad física en invierno. Si queremos cuidar nuestra salud y calidad de vida, debemos realizar alguna actividad física todo el año, sin excepciones.
Si el frío es más fuerte que tu voluntad, el ejercicio puede ser realizado también en la intimidad del hogar, logrando excelentes beneficios para tu bienestar.
Como primera medida debes tener la voluntad de reducir los tiempos de inactividad, controlando los tiempos que dedicas a este tipo de actividades (ver televisión, trabajo en el computador, etc.).
Luego, debes identificar qué tipo de actividad física quieres hacer, porqué te gusta y procurar las condiciones para ello. Recordemos que actividad física es toda acción que compromete el movimiento corporal con el consiguiente aumento de gasto energético, por tanto, la variedad posibilidades es prácticamente infinita y de seguro más de alguna actividad será de tu agrado y la practicarás con gusto.
Si te gusta bailar, baila. Sólo se requiere las ganas, música y un pequeño espacio (por ejemplo el living de tu hogar). Además, es una actividad muy entretenida para realizar en familia. Actividades como yoga, pilates, tai chi, etc. pueden ser también practicadas en el hogar sin necesidad de ser un experto, basta con algunos conocimientos básicos y la voluntad de practicar.
Si te gusta ejercitarte, puedes seguir pequeñas rutinas de ejercicios que involucren a grandes grupos musculares, (brazos, piernas, tronco) con flexo-extensiones de brazos, abdominales, flexo-extensiones de piernas, etc.En este artículo puedes encontrar simples rutinas para practicar en la comodidad de tu hogar.
Siempre es recomendable al finalizar cualquier sesión de actividad física, ejecutar estiramientos, preferentemente de las regiones que se vieron más involucradas en la actividad, acompañadas por otras generales.
El secreto está en no obligarse a hacer actividades que no te gustan. Procura hacer lo que te gusta y que te brinde placer. Importante al finalizar tu actividad es que sientas que haz trabajado. Lo notarás si al finalizar tu sesión: sientes una ligera fatiga o cansancio general con una moderada sensación de calor en tu cuerpo, no sientes dolor alguno y hasta percibes como un ligero efecto analgésico sobre todo el cuerpo. Además, tendrás una grata sensación de bienestar.
Vía: vi.cl
