Uno no se da cuenta que a veces caminamos de forma encorvada, con una postura horrible. Es como si nos juráramos que llevamos una mochila enorme en nuestra espalda, y que al final del día nos duele todo. Claro, si hemos caminado de la peor manera posible, dejando que nuestra postura no sea la indicada.
Pues bueno, acá te dejamos una rutina básica que puedes hacer durante el día para no prolongar esos dolores infernales que provocan la mala postura:
1) De pie ubique su cuerpo contra una muralla. Los talones deben estar a un pie de distancia de la muralla.
2) La espalda siempre debe estar pegada a la muralla.
3) Hunda el ombligo e inhale. Al botar el aire baje vértebra por vértebra.
4) Inhale nuevamente y comience a subir vértebra. Repita varias veces y sienta que va alargando la espalda.
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Fuente:
Revista Mujer
